El objetivo fue crear un video que represente la esencia de Zero Lab: una propuesta de alta cocina ecuatoriana donde la tradición se reinventa con creatividad, técnica y respeto por los ingredientes locales. Nuestro reto fue capturar no solo la estética de los platos, sino también el alma del restaurante: su proceso, su filosofía y su conexión con el territorio.
A través de una narrativa sensorial y visualmente cuidada, transmitimos la experiencia completa de comer en Zero Lab. Desde la selección de ingredientes hasta la presentación final, cada toma fue pensada para reflejar el equilibrio entre innovación y raíces, resaltando el detalle, la emoción y la identidad gastronómica del Ecuador.
Asumimos la dirección creativa y producción del video, construyendo una historia visual que honra la alta cocina como una forma de arte. Utilizamos técnicas cinematográficas, iluminación precisa y montaje delicado para resaltar la textura, el color y la emoción detrás de cada plato. Nuestro enfoque fue convertir cada escena en una experiencia sensorial, evocando el aroma, el sabor y la pasión que definen a Zero Lab como un laboratorio de sabor ecuatoriano contemporáneo.
